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Conducir un vehículo implica una enorme responsabilidad, por lo que el conductor debe disfrutar de las condiciones adecuadas para hacerlo. Comodidad y libertad de movimientos son fundamentales, y aunque pueda parecer un hecho sin importancia, la vestimenta es crucial, mucho más si hablamos del calzado.
Son pocos los conductores que prestan la debida atención al calzado que emplean al volante. Optar por una elección equivocada puede acarrear problemas graves en términos de seguridad, desencadenando accidentes evitables e incluso multas y sanciones indeseables. Pero ¿realmente sabes cuál es el calzado más idóneo para conducir con total garantía?
¿Qué dice la normativa actual sobre el calzado para conducir?
El Reglamento de Circulación en España no contempla, de forma concreta y específica, las determinadas opciones del uso de calzado para la conducción. Sin embargo, sí podemos encontrar múltiples referencias a la libertad de movimiento y a una conducción segura:
- Artículo 18.1 Establece que el conductor está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario para la visión y la atención permanente durante la conducción.
- Artículo 17.1 El conductor debe estar en condición de poder controlar el automóvil en todo momento.
- Artículo 3.1 En cuanto al modo de conducción, se debe hacer con precaución para evitar cualquier daño, propio o ajeno. Por lo tanto, queda prohibida la conducción temeraria.
Bajo estas premisas, comprendemos que la responsabilidad de elegir el calzado adecuado tiene un papel fundamental al conducir, ya que permite mantener la libertad de movimientos, ejercer un control óptimo del vehículo y garantizar la precaución y seguridad necesarias.
Normativa del calzado para conducir en algunos países europeos
La legislación al respecto en la mayoría de países europeos es similar a la española. No existe una norma específica que determine el calzado necesario para la conducción, ni referencias a las sanciones que puedan derivarse de una mala práctica.
En algunos de ellos, como es el caso de Italia, aunque no se prohíbe conducir con calzado inadecuado, sí puede tener repercusiones graves en el caso de accidentes, ya que el seguro de automóvil se desvincula totalmente en la ayuda al conductor. De igual modo, sucede en Luxemburgo. En el caso de Finlandia, por ejemplo, no hay ninguna restricción más allá de que sería un agravante en caso de accidente.
Multas y sanciones por no llevar el calzado adecuado en la conducción
Aunque no exista una legislación clara y concisa sobre el calzado que debemos llevar para conducir, en el caso de que nos pare un agente de tráfico, sí puede imponernos una multa al entender que el calzado que llevamos puede suponer un peligro, afectando a la seguridad vial.
Basándose en los artículos anteriormente mencionados, el agente puede entender que el calzado impide la total libertad de movimientos, no está bien sujeto o no ofrece la seguridad y sensibilidad necesaria para el manejo de los pedales. En este caso, se impondría una multa económica de hasta 80 euros.
Características del calzado adecuado para conducir
Manejar los pedales del automóvil es fundamental para realizar una perfecta conducción. Por ello, es importante calzar unos zapatos que no nos dificulten esta acción. La excesiva aceleración o la falta de frenado están implicados en la mayoría de accidentes de tráfico, lo que pone de manifiesto la importancia de tener una perfecta sensibilidad en los pies.
Para saber cuál es el calzado más adecuado, estas características te pueden servir:
Comodidad
Del mismo modo que debemos utilizar prendas de vestir cómodas y que nos permitan conducir de forma adecuada, así deben ser los zapatos. Debemos evitar aquellos que nos provoquen rozaduras, heridas o que nos queden excesivamente estrechos u holgados.
Suela fina y flexible
Con el fin de no perder la sensibilidad plantar, es necesario contar con una suela fina. También debe ser flexible, para adaptarse con normalidad a los movimientos del pie. Además, es conveniente que sea antideslizante, para que no resbale en los pedales.
Sujeción adecuada
Lo que recomiendan los expertos es que el zapato sea cerrado. De esta manera, las acciones para activar los pedales se realizan con mayor facilidad. Al estar bien sujeto al pie, no hay peligro de que se enganche al pedal. Tampoco son convenientes los adornos, como por ejemplo, los lazos.
Zapatos que no debes usar para conducir
Ya hemos visto cómo es importante evitar los zapatos que puedan desprenderse con facilidad y engancharse en el pedal. También aquellos con un exceso de grosor en la suela, que nos hagan perder la sensibilidad para accionar los pedales. De esta forma, podemos decir que no se recomienda calzar zapatos de tacón, cuñas, chanclas, zuecos, sandalias o botas de seguridad y montaña.
Con estos zapatos, sí puedes conducir
Después de ver las características fundamentales de un calzado que nos permita la conducción segura, es momento de recordar algunos de los modelos que pueden resultar los mejores aliados.
Entre la gran variedad encontramos:
- Zapatillas deportivas.
- Zapatos tipo mocasines. Se caracterizan por ser totalmente cerrados.
- Zapatillas tipo Converse.
- Zapatos de cuero con cordones, tipo Oxford.
- Zapatos especializados para los conductores. Algunos fabricantes incluyen en sus etiquetas una referencia especial en la que recomiendan su calzado para conducir. Este tipo de calzado se recomienda para personas cuyo desarrollo profesional es al volante de un taxi, un autobús o un camión.
Recomendaciones adicionales
Lleva un cambio de zapatos en el coche
Una buena idea y, que resulta especialmente práctica, es llevar un par de zapatos en el maletero del coche específicos para conducir. Podemos cambiarlos en el momento de llegar a la playa, en el que necesitemos las chanclas, o en ese acontecimiento especial que requiera unos elegantes zapatos de tacón.
Evita conducir descalzo
Además de estar prohibido en algunos lugares donde, además, puedes ser multado si el agente de tráfico te diera el alto, conducir descalzo conlleva importantes peligros. Los pies descalzos no pueden ofrecer la precisión suficiente para el control de los pedales, lo que puede desembocar en un grave problema.
Conclusión
Conducir es una acción que requiere concentración mental pero, también, bienestar físico. Es así como el calzado resulta fundamental para poder llevar adecuadamente el control del automóvil.
Aunque no existe una legislación concreta, si no llevamos el calzado adecuado y el agente de tráfico advierte que podemos poner en peligro nuestra seguridad y la de los demás, podemos ser sancionados.
El mejor calzado para conducir es aquel que es cómodo, cerrado y con suela flexible y antideslizante. Las zapatillas deportivas o los zapatos cerrados son los más adecuados. Y olvídate de las chanclas, los zapatos de tacón y las botas de montaña.
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