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Cambiar de coche es una de las decisiones que debemos tomar con más cuidado. Más allá del presupuesto que nos hayamos fijado, son múltiples los detalles que debemos tener en cuenta. Si va a ser para uso profesional o particular, si lo vamos a utilizar para desplazamientos por la ciudad y el entorno, o si nos va a acompañar en largos viajes. También es importante el tamaño, si somos muchos miembros en la familia, o si queremos un deportivo para disfrutar en pareja.
Además de todo ello, en los últimos tiempos se ha unido un nuevo dilema ¿qué tipo de carburante me interesa más? El cuidado y respeto por el medioambiente, las continuas fluctuaciones en los precios del combustible o las nuevas comodidades que nos ofrece la tecnología, hace que se convierta en uno de los puntos claves ante la elección de un nuevo automóvil.
Desde Driveris, especialistas en coches de segunda mano y ocasión en Sevilla, Huelva y Almería, vamos a darte algunas claves para que sepas qué coche comprar según el tipo de carburante. Saber distinguir entre ellos es fundamental.
¿Cuántos tipos de carburantes existen y qué particularidades ofrecen?
En la actualidad existen tantos tipos de carburantes que, a menudo, resulta muy complicado decidirse. Si además unimos las nuevas normativas y leyes creadas por el Gobierno, en torno a materia medioambiental, entonces nos encontramos en una encrucijada que puede resultar especialmente abrumadora.
Conocer cada uno de ellos, con sus pros y contras, puede ser la clave perfecta para tomar la mejor decisión. No olvidemos que la compra de un coche es una inversión importante a largo plazo, que ha de tomarse con la mayor seguridad.
Si andas perdido, no te preocupes. Desde Driveris te ofrecemos la mejor guía para que tu decisión sea la acertada.
1. Gasolina
Es el carburante más tradicional y el que todos conocemos. Hace ya más de un siglo que se descubrieron los grandes yacimientos, de ahí que la tecnología no haya parado de evolucionar con el fin de sacarle el máximo partido a este combustible.
Las ventajas, a grandes rasgos, de los coches que funcionan con gasolina son:
- Es fácil de repostar, ya que encontramos múltiples estaciones de servicio y repostaje de este carburante.
- El precio de venta de estos coches suele ser más económico, de igual modo que la reparación de las averías que pueden presentar.
- Comparado con un diésel, es más ligero y suave en la conducción.
En cuanto a las desventajas nos topamos con el consumo, que suele ser más alto que un diésel. También lo son las nuevas restricciones en algunas ciudades, que ponen cierto veto a aquellos vehículos de gasolina fabricados antes del año 2.000.
2. Diésel
Es otra de las opciones clásicas dentro de los carburantes para vehículos, aunque con un recorrido histórico menor que el de la gasolina. Fue en 1987 cuando un ingeniero alemán ideó un nuevo tipo de motor que necesitara soportar grandes cargas, alimentándose de un nuevo carburante. Pronto se utilizó para todo tipo de utilitarios gracias a su eficacia y buen precio.
Sin embargo, en la actualidad, los motores diésel no están pasando por su mejor momento, sobre todo por la peligrosa emisión de partículas que tanto afectan al medioambiente. De ahí que estén sufriendo restricciones mucho más duras que el resto. A pesar de todo, es verdad que los de última generación han conseguido ser mucho más respetuosos con la naturaleza que sus antecesores.
Además, el precio de venta de los coches es más elevado y, al contrario de lo que pudiera parecer, también el carburante ha superado en precio a su gran competidor: la gasolina. De igual modo, las averías son más costosas debido a la complejidad de sus motores.
Sin embargo, siguen siendo una buena opción para aquellos que realizan largos trayectos o para uso profesional que necesiten soportar grandes pesos y cargas.
3. Electricidad
Los 100% eléctricos se han situado como la mejor opción para luchar contra la degradación del medioambiente, ya que pueden circular por la ciudad con todas las garantías de estar respetando nuestro entorno natural. Sin embargo, no debemos caer en la confianza absoluta de que vamos a llegar a nuestro destino con total seguridad. Su gran problema es la batería, que necesita estar cargada en su totalidad. Además, ofrece un tiempo estimado de duración en la carga que no siempre se cumple.
De momento, no encontramos puntos de carga de forma habitual, por lo que, especialmente para trayectos largos, deberemos hacer un minucioso plan y enterarnos con seguridad de aquellos lugares donde podremos hacer una recarga eficaz o nuestro viaje se verá truncado.
El precio de venta suele ser más elevado que el resto, pero también es cierto que se verá compensado con lo que ahorras en el combustible y, sobre todo, con la tranquilidad de no estar generando malos humos. Es ideal para circular por los entornos urbanos.
4. Híbrido
Conocemos como híbridos aquellos que combinan las ventajas de 2 tipos de carburante: la electricidad y el diésel o la gasolina. De esta forma se distinguen, a grandes rasgos:
- Híbridos enchufables. Cuentan con una toma de corriente exterior para que puedan funcionar, si así lo deseas, de forma eléctrica únicamente. Si es para uso en la ciudad, no deberías tener problema. Sin embargo, se complicaría para trayectos más largos.
- Híbridos no enchufables. Son conocidos también como híbridos “puros”. En ellos se combina un motor eléctrico y otro de diésel o gasolina. Ambos trabajan en conjunto para ofrecer las mejores prestaciones. Es el mejor para hacer largos trayectos, ya que no dependerá, únicamente, de la carga eléctrica gracias a la combinación de ambas.
5. Gas
Los automóviles que funcionan con gas en realidad lo están haciendo conjuntamente con gasolina, ya que se encuentra en un depósito anexo. Es así como se crea una combustión interna para conseguir, sobre todo, el gran objetivo de reducir la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. Es una de las formas más económicas para conseguir un coche ecológico, ya que su adaptación es sencilla y no supone grandes gastos.
En la actualidad existen dos tipos de gases:
- GLP o gas licuado. Funciona de forma muy parecida a la gasolina, de hecho muchos de sus motores se adaptan para funcionar con este gas. La ventaja es que es más barato y más respetuoso con el medioambiente. Como contra: no existen muchos lugares donde poder repostar.
- GN o gas natural. Aunque es un poco más caro que el licuado, ofrece las mismas ventajas que el anterior, aunque sigue siendo menos popular. Todavía le queda mucho camino por recorrer, ya que es complicado encontrar estaciones de servicio que cuenten con este carburante.
Sea cual sea la opción que hayas elegido, nuestro mejor consejo es que busques a los mejores profesionales que sepan aconsejarte de la mejor opción para tus necesidades
En Driveris somos especialistas en coches de ocasión y segunda mano. Disponemos de un amplio catálogo con más de 1.000 vehículos que responden a cualquier necesidad, tanto en espacio, combustible o precio, totalmente revisados y dispuestos para que, sea cual sea su función, solo tengas que preocuparte de disfrutar del mejor viaje.